Estes son
algúns dos mellores microrrelatos deste mes, que tiñan como tema a euforia. Esperamos
que vos gusten!
MEU ANIVERSARIO
O meu
aniversario cadra un 17 de xaneiro e o ano pasado cadrou en venres. Resultou
que nun chuvioso venres cheguei a clase e ninguén me dixo nada. Pasaron as tres
primeiras horas e de súpeto aparecen tras de min todos os meus compañeiros
cunha tarta, unhas velas, un agasallo e un sorriso. Nisto comezan a cantarme o
aniversario e a euforia e a alegría percorreron polas veas e comecei a sentir
unha grande euforia.
EUFORIA
Estaba
inqueda no exame de Lingua galega, estudara moito para ese exame e non sabía se
ía aprobar ou non. Todos os meus compañeiros dábanme ánimo, pero, pola contra,
a profesora díxome que non sabía se ía chegar ao aprobado e meu ánimo baixou
moito. Pasaron dous días e a profesora trouxo os exames, púxenme outra vez
nerviosa, empezou a repartir os exames e o meu xustamente era un dos últimos.
Chegou á miña mesa e entregoume o exame: ¡¡¡APROVEI!!! Soltei un berrido, nese
momento estaba eufórica, os meus compañeiros viñéronme dicir que eles tiñan
razón, que sabía que ía aprobar.
Mi equipo
iba perdiendo, pero yo gritaba y animaba con todas mis fuerzas a mis
compañeros.
Quedaban un
par de segundos y solo nos llevaban un punto de ventaja. Entonces, Martín lanzó
el balón al otro lado del campo en un impulso de desesperación...
¡PIIIIIII!
¡Canasta! ¡Habíamos ganado! Me levanté de un salto, con lágrimas en los ojos,
pero en vez de mirar al héroe del equipo, me miraban a mí. Supongo que la silla
de ruedas hizo mucho ruido al caer.
Sentía a
euforia polo meu corpo, polas miñas veas, polos meus ósos, sentía o vento na
miña carfa, veía caras de horror polas ventás dese edificio que tanto odiaba,
veía recordos bonitos que ía deixar atrás, pensei na miña familia, quedaban
poucos metros para chegar ao chan, non quería ser un antes, pero non puiden
retroceder, era demasiado tarde...
¿ALUCINACIONES?
Abro sigilosa y con miedo la puerta del
armario, un unicornio vestido con mil capas de ropa me da la bienvenida a un
universo de desorden y color, yo no paraba de gritar, pero era un grito diferente, sentía como mi corazón iba como un coche en
carreras ilegales, creo que a esa sensación la denominan euforia. En fin, que…
tenía dos opciones: quedarme tres horas y colocarlo, o subirme en el unicornio
y salir de la habitación.
Fue algo incómodo salir por la estrecha
ventana… quizás algún vecino nos vio.
SEÑORA
La señora
Euforia siempre está contenta, viste de colores vivos y va riendo y gritando de
alegría: «Soy la mejor», «¡qué felicidad!», «puedo hacer de todo». Un día se
encontró con el señor Desesperación, que siempre vestía de negro y hablaba muy
bajito y con lágrimas en los ojos. Se enamoraron, pero su amor era imposible y
se suicidó sin esperana. A Euforia no sabemos si le dio pena o no, porque
siguió como siempre.
LA PLAZA EN FIESTA
La gente
estaba eufórica, los fuegos artificiales y los petardos hacían enloquecer a la
multitud que allí se había congregado en ese día de fiesta nacional. Nadie se
fijaba en la silueta que se hallaba sentada en un banco de la esquina de la
plaza. De repente, un petardeo, la gente grita eufórica, otro más. Nadie se da
cuenta de la silueta que cae al suelo en la esquina. Aquella que no entiende lo
que es la euforia, y que lo último que oye es un grito eufórico de la multitud
de la plaza.
LA SUERTE
Había una
vez un padre que, desde que tuvo trabajo, todas las Navidades comproba la
lotería del Gordo de Navidad. Pasaban los años y la suerte no lo acompañaba.
Un día,
dijo a su familia:
—Definitivamente,
este año será el último en el que pruebe suerte.
El 21 de
diciembre se fue a la cama y en sueños aparecían los niños de San Ildefonso
cantando su número:
—21 152.
—400 000
euros.
Se despertó
sobresaltado. Eran las ocho de la mañana. Salió hacia el taller.
Llegó a su
casa, se oía en la radio:
—21 152
—400 000
euros.
LIBERACIÓN
Estaba tumbado en la hierba. Sentía a los
pájaros volar libres por el cielo. Respiré hondo, y, por primera vez en años,
el aire olía a aire, y no a humo. Era tal y como lo había soñado...
Sentía como si tuviese algo en mi pecho
luchando por salir afuera. Algo que llevaba guardado dentro de mí desde hacía
años, que ahora peleaba por asomarse. Me levanté, y, mientras me alejaba, una
gran sonrisa comenzó a iluminar mi pálida cara.
Porque ya no estaba en un campo de exterminio. Porque ya era libre.
O MILAGRE DA VIDA
Laura non puido conter a euforia. Bágoas
de alegría corrían pola súa cara coma se dun torrente se tratara. Nos últimos
meses pasárao moi mal, mais o peor fora o día anterior, cunha dor que a invadía
por dentro sen darlle tregua, obrigándoa a esforzarse ao máximo. Cando, semanas
antes, o médico lle dixera que ían ter que acelerar a intervención, o corazón
pararáselle. Por iso, cando despois de todo, o doutor falou, non puido evitar
que esa alegría percorrera todo o seu corpo. E el soamente necesitara catro
palabras: “Parabéns, é unha nena”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario